En ?PH, podemos hablar? El actor, que nació en Lomas de Zamora y vivió su adolescencia en José Mármol, reveló travesuras vividas en las calles de Almirante Brown y los detalles de su estancia ?injusta? tras las rejas.
Con gracia y desfachatez, el actor Joaquín Furriel recordó anécdotas de su adolescencia en el programa “PH, podemos hablar”, al que fue invitado, como la vez que estuvo preso en Adrogué, o cuando le chocó el auto a su mamá, entre otras historias divertidas.
"Estábamos festejando Navidad con amigos en el centro de Adrogué y se nos ocurrió tirar petardos, haciéndonos los cancheros. Uno de los chicos le tiró a un patrullero, y cuando el policía bajó, el pibe le dijo: 'Fue el negrito aquel de ojos claros'. Ahí me agarraron y me metieron preso por algo que no hice", confió el protagonista de Hamlet y agregó: "Estuve en una celda hasta que llegó mi papá, que se puso muy nervioso porque le pareció una injusticia, y empezó a los gritos. De repente, viene un policía y me dice: 'Andate y llevate a tu viejo que lo vamos a meter adentro en cualquier momento'".
Luego y tras la pregunta de Andy Kusnetzoff, el lomense narró la historia de cuando rompió una pecera en el colegio. "Yo iba al colegio Nacional de Almirante Brown, en donde éramos un montón. Había pica con el equipo de rugby, y mi manera de resolverlo fue haciendo eso. Hoy me arrepiento absolutamente, porque podría haber terminado muy mal", reveló.
"A los meses de tener el registro, cuando tenía 17 años, mis viejos se fueron de Adrogué a Capital a disfrutar de una salida con el auto de mi viejo, y dejaron el de mi mamá en casa", prosiguió el actor, y amplió: "Yo estaba con dos amigos que se iban a vivir a Italia, que eran de Lanús, y como llovía finito les dije que los llevaba hasta la avenida Espora, a 15 cuadras de mi casa y por donde pasaba el bondi que se tenían que tomar".
Como sus padres no le habilitaban a sacar el auto, lo agarró sin permiso. "Lo agarré despacito, y los dejé. Estaba volviendo tipo una de la mañana, agarré por la plaza Rosales que estaba a una cuadra de mi casa. La calle era toda adoquinada y se me ocurrió hacer algo que hacía mi papá, corredor de rally, que era tirar el freno de mano y meter el auto de costado", empezó a contar y prosiguió: "Vengo embalado en tercera, tiro rebaje en segunda, freno de mano, volantazo y me voy para el otro lado. El adoquín estaba húmedo y se me trabó el freno de mano, el auto no respondía y fue directo a un plátano. Me di de lleno en el árbol, todavía tengo un sobrehueso en la nariz. Me la puse contra el espejo retrovisor".
Se bajó del auto, volvió a la casa y les dijo a sus hermanos que él se encargaba y les escribió una nota a sus padres. “Decía: 'Papi y mami, cuando lleguen despiértenme que quiero contarles algo'. Después me fui a dormir", contó y agregó que cuando sus padres volvieron se encontraron el auto en la plaza. "Mi papá reconoció la patente y se dio cuenta de que era el de él. Se asustó mucho pensando que me había pasado algo", explicó.
"Recuerdo estar durmiendo y escuchar a mi papá. 'Joaco, chocaste con el auto. ¿Vos estás bien? ¿No te duele ningún hueso? ¿No te hiciste nada?', me preguntaba. Le dije: 'Sí, no me hice nada'. Ahí me levantó de la cama y me empezó a pegar cachetazos mientras mi mamá le pedía que pare. Me salvó mi hermano".
Para que su hijo entendiera la gravedad de lo que había hecho, el padre lo castigó duro. "Agarró una frazada, me tomó del brazo y me llevó para afuera. 'Entrá al auto', me dijo. 'Ahora vas a pasar toda la noche adentro hasta que llegue la grúa, para que no se roben ninguna parte'", contó entre risas. "Yo era un adolescente del cual mis padres estaban bastante hartos porque me la pasaba haciendo demostraciones de rebeldía".
SU HISTORIA EN EL SUR. El actor nació el 26 de agosto de 1974 en Lomas de Zamora, vivió en José Mármol y pasó gran parte de su infancia y su juventud caminando por las calles que limitaban con el barrio de Adrogué.
Fue ahí donde a los 13 años, y por recomendación del gabinete psicopedagógico del colegio al que concurría en Burzaco, que sugería que pusiera su energía en el arte, tuvo su primera aproximación al teatro, en un taller de la zona.
Hasta los 19, fue parte del elenco de teatro de Almirante Brown, actuó en sociedades de fomento, en clubes y en plazas. Luego ingresó al Conservatorio Nacional de Arte Dramático, para prepararse y ser actor profesional, algo que consiguió a los 23 años.
“Soy de Adrogué. Nací en Lomas de Zamora, vivía en el límite entre Mármol y Adrogué. Mis amigos de toda la vida son los que hice en esas calles”, contó en una entrevista el artista, cuyo abuelo fue uno de los primeros martilleros públicos del lugar. Por eso, los carteles de “Furriel vende” podían verse en las veredas de la zona.