NACIONALES El directorio del Banco Central estableció que las entidades financieras deberán reducir sus costos de financiación para las compras en cuotas. Además, congeló por 180 días las comisiones o cargos que cobran por los servicios.
El presidente Alberto Fernández lo pidió y el Banco Central cumplió: la dirección de la entidad monetaria fijó un techo del 55% a las tasas de interés que los bancos le pueden cobrar a los clientes que financien compras realizadas en pesos con sus tarjetas de crédito.
La medida se conoció apenas 24 horas después de la reunión que banqueros mantuvieron con el titular del BCRA, Miguel Pesce, y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. El Gobierno apuesta que esta decisión sirva definitivamente para reactivar el consumo.
Hoy, a la hora de hacer una compra en 12 cuotas la mayoría de los bancos cobra en promedio una tasa del 150%, aunque hay casos en los que el interés llega al 224%. La reducción de la tasa con la nueva medida significará un fuerte golpe para los bancos.
Además, el BCRA dispuso congelar por 180 días las comisiones o cargos que cobran por los diferentes servicios, tras comprobar que las entidades habían vuelto a enviar en las últimas semanas avisos a sus clientes anunciando nuevos incrementos que comenzarían a regir desde marzo.
La iniciativa, que lleva la firma de 20 legisladores del kirchnerismo, propone modificar el artículo 16 de la ley 25.065 e las tarjetas de crédito y determinar la tasa máxima que puede cobrar los bancos "no podrá exceder la tasa de referencia” del Banco Central.
El senador Oscar Parrilli sostuvo que “los planes de financiación generan una situación de ahogo financiero que agrava la economía de las familias, introduciéndolas en una rueda de pago de intereses que se acumulan, incrementando el monto adeudado.
El exfuncionario del Gobierno de Cristina Kichner apuntó contra los bancos y las entidades financieras: “Agrandaron exponencialmente sus ingresos y activos a costa de las familias argentinas que no cubren la canasta básica y se vieron forzadas a acceder al financiamiento para la compra de alimentos o remedios