Después del incendio intencional de fines de diciembre La solidaridad de los vecinos y el esfuerzo de sus dueños permitieron que la Plaza Constitución, de Valentín Alsina, volviera a contar con su histórico carrusel.
La solidaridad de los vecinos y el empuje de sus dueños lo hicieron posible: la histórica calesita de Manolo de la Plaza Constitución, de Valentín Alsina, volvió a girar otra vez después del incendio intencional que sufrió el 23 de diciembre a la madrugada.
Adrián Lado, dueño de la calesita por herencia, no pudo esconder su emoción después de tantas semanas de angustia y frustración. “La verdad que llena el alma ver de vuelta funcionando todo lo que estaba hecho cenizas”, aseguró.
Según contó, un fabricante le prestó hasta marzo los juegos que habían quedado destruidos, al menos para que el lugar quede en condiciones y pueda volver a abrir.
Las pérdidas económicas, según calcularon sus dueños, alcanzaron los $2 millones. Gracias a la ayuda de los vecinos, instituciones locales e incluso el Municipio de Lanús pudieron recuperar el predio y ponerlo a punto para que vuelva a alegrar a los chicos.
La calesita de Manolo, con más de 31 años de historia, es una de las joyas del barrio. Se instaló en 1988 y de ahí pasó de generación en generación dentro de la familia de Manolo y María, sus dueños originales, una pareja de calesiteros de vocación.
En 1997 fue reconstruida con más juegos, luces y colores para tener la estructura de un carrusel moderno. Hoy, la calesita lleva el nombre de “Manolo”, en homenaje a su dueño fundador, a pesar de que quedó en manos de Adrián, su hijo. Todos la conocen así.
María, madre de Adrián, señaló que “es una emoción grande ver de nuevo a los nenes, que vienen con una sonrisa todos los días y poder compartir con ellos todas las tardes”.
Pero la alegría de sus dueños también es la de todo un barrio. Mónica Rontiel, que cada tanto lleva a sus hijas a la calesita, no dudó en esconder su felicidad por la reapertura. "Es una alegría total. Que los vecinos hayan conseguido esto, poniendo cada uno un granito de arena, es algo maravilloso. Nuestras hijas seguro lo agradecerán eternamente", comen