LAPRIDA 561 Este domingo, a las 7, a las 15, a las 18, y especialmente a las 9.30, los vecinos podrán pasar a retirar el frasco en Laprida 561 y pedir por la protección del Espíritu Santo.
Con la idea de que más vecinos de Lomas puedan sanar su vida y se acerquen a Dios y a la espiritualidad, la sede local de la Iglesia Universal distribuirá este domingo 26 de forma gratuita el aceite consagrado por los obispos en el Monte Sinaí, Israel, que se mezcla con oliva, para que unjan su casa, su trabajo, su vehículo, a los enfermos y a su familia, y pedir por la protección del Espíritu Santo.
“El aceite consagrado es un instrumento divino para bendecir a las personas. Es un instrumento de fe, un símbolo del Espíritu Santo”, explica Sergio Díaz de la Iglesia Universal de Lomas, y detalla las referencias bíblicas de este elemento. Es que en tiempos bíblicos era utilizado comúnmente para mantener la llama del candelabro encendida en el Tabernáculo construido por Moisés y el pueblo hebreo, en referencia a la presencia del Espíritu Santo.
Posteriormente, los discípulos de Jesús utilizaron el aceite para impulsar el uso de la fe entre las personas, tal como el apóstol Santiago escribió: “¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor” (Santiago 5:14). Asimismo, en la Biblia se cita: “Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban” (Marcos 6:12-13).
En base a esto, este domingo, a las 7, a las 15, a las 18, y especialmente a las 9.30, los vecinos podrán pasar a retirar el aceite en Laprida 561. A las 9.30 es el horario especial porque es cuando más gente se reúne. En la iglesia explican que el domingo es el primer día de la semana y qué mejor que buscar a Dios por la mañana.
“La entrega del aceite se hace una vez por año en todo el mundo y se reparte en forma gratuita en las reuniones que hace la iglesia. Acá en Lomas la iglesia lo realiza desde su fundación, hace alrededor de 24 años. Yo estoy desde hace 17”, detalla Díaz y revela que se unió luego de vivir una experiencia personal.
“Yo fui adicto y a raíz de usar no sólo el aceite, sino el agua y la fe, fui liberado. No hice ningún tratamiento. Tuve la fuerza de abandonar los vicios. Es algo inexplicable porque es a través de la fe”, resume Díaz y revela la transformación de un caso muy cercano, el de su papá.
“Él tenía Artritis Reumatoidea Deformante y se curó. Lo de él es más fuerte porque tiene todos los análisis médicos que le diagnosticaban la enfermedad. Hoy ya no la padece más, sólo tiene las secuelas de haberla tenido”, detalla Díaz.
Casos como los de Sergio y su papá son los que -aseguran- viven miles de personas que se acercan con alguna dolencia a la Iglesia Universal, que es llevada adelante sólo por fieles y a través de la donación de quienes lograron mejorar su calidad de vida.
“Nadie hace una donación si antes no vio algo en su vida, más con lo cuestionada que está la Iglesia Universal en los medios. Hay mucho escepticismo. Yo llegué a la iglesia y nunca me pidieron nada, soy un colaborador, y tengo mi trabajo aparte”, explica Díaz y amplía: “Vengo porque veo resultados en mi vida y en la de los demás. Y a los otros les pasa lo mismo. Quieren que más gente pase por esta experiencia y ayudar a otro, tal como ellos fueron bendecidos. Lo hacen de corazón