Una noche para dibujar

.

El dibujo es una de las acciones más libres e instintivas, un territorio fértil para la imaginación. Sólo vasta con ver a un niño dibujando garabatos que quizá sólo él entienda, y eso será suficiente. Pero también es una técnica asombrosa, que en la actualidad argentina tiene importantes referentes, como Horacio Altuna, Isol, Ale Lunik, Tute, Ariel Olivetti y Daniel Paz. “La noche de los dibujantes” se hará este viernes en la Ciudad Cultural Konex, allí se podrán encontrar los dibujantes consagrados y los emergentes.

“Trabajamos casi siempre en soledad”, define Horacio Altuna, el padrino del evento.

Se calcula que serán unos 100 los dibujantes que participarán de la noche, en la que habrá entrevistas públicas, un estudio en vivo donde cuatro dibujantes se instalarán a dibujar como lo hacen en sus lugares de creación; una muestra de originales para reflejar la cocina previa al dibujo final; un combate tipo boxeo con rondas entre retadores y el que clasifique se enfrentará a Diego Parés; así como shows en vivo (un stand up de Gustavo Sala), un espacio de serigrafía y una subasta de obras originales.

El valor de la entrada incluye una hoja -la única donde los artistas dibujarán- que será en beneficio de la Asociación de Dibujantes Argentinos. Y para que la gente conozca a dibujantes que están transitado los primeros pasos en el gremio, se va a ofrecer una hoja en formato de historieta de seis viñetas en la que un grupo de dibujantes improvisará al mejor estilo “cadáver exquisito”.

“El dibujo atrae mucho por lo que parece, casi un acto mágico, pero a su vez accesible a cualquier persona. Por eso la gente tiende a desvalorizar un poco el trabajo”, sostiene Thomas Dassance, organizador del evento e integrante de la Asociación Viñetas Sueltas.

“Un poco la idea detrás de todo esto -dice el responsable de esta edición- es visibilizar lo que es el trabajo de un dibujante y sacarlo de su espacio solitario para llevarlo al encuentro con el público, relacionarlo con su arte; mostrar cómo trabaja y quitar los prejuicios en torno al trabajo”.

Además de la programación, el público tendrá acceso a una librería con títulos muchas veces difíciles de conseguir porque, como explica Dassance, “en general, excepto las de nicho, no hay en las librerías un criterio para exhibir los libros de material gráfico. Y el problema es que suelen juntar todo en un mismo paquete, juntan una historieta infantil y una de adulto, o ponen un libro en un rincón y otro en otro”.

El joven dibujante Salvador Sanz se sumará por primera vez al evento. Para él la experiencia puede ser “una oportunidad interesante de acercarnos al público. Está bueno salir de casas o estudios, donde producimos, y mostrar que el dibujo también puede ser una disciplina atractiva de ver en vivo”.

Por Mauricio Amaya

Temas Relacionados