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Una goleada previsible para que Sampaoli saque sus conclusiones

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La Selección Argentina venció a Singapur, un rival sin equivalencias, por 6-0 y cerró la gira con dos victorias. Ahora se viene el mayor desafío: los cuatro partidos rumbo al Mundial de Rusia.

Apenas un trámite. Simplemente eso fue lo que sucedió en el Estadio Nacional de Singapur entre la Selección Argentina y su similar local. Un 6-0 lógico, que se caía de maduro, ante un rival semiprofesional y que fue un invitado de lujo para la exhibición del equipo de Jorge Sampaoli. De esta manera, la Albiceleste cerró la gira con dos victorias (la anterior ante Brasil, en Melbourne) y ahora se enfoca al tramo final de las Eliminatorias Sudamericanas camino al Mundial de Rusia 2018. Los numerosos cambios (ocho) del viernes a ayer le permitieron al entrenador observar con ojo de halcón con qué elementos de recambio cuenta ante eventuales circunstancias. Las salidas de Romero, Otamendi, Mercado, Banega, Messi, Higuaín, entre otros, dejaron en evidencia que Singapur era el “sparring” útil para llenar la libreta de apuntes. El rival se prestó hasta para que el cuerpo técnico utilizara un sistema táctico que difícilmente ponga en práctica por los puntos. Un 2-3-5 rarísimo, pero con el que se dio el gusto de hacer valer su impronta. Uruguay, el 31 de agosto en el Centenario de Montevideo, será la primera prueba de fuego para Sampa y los suyos. Argentina no tuvo motiva

ción en el juego de ayer, pero para muchos (titulares y los que ingresaron) era el partido de sus vidas para demostrarse y demostrar que están a disposición del entrenador. Hubo que esperar hasta los 24 minutos para gritar ese gol que llegaría por decantación. Fue de Federico Fazio, que tras un córner desvió la pelota contra un palo. Y poco después aumentó Joaquín Correa (el pollo de Sampaoli) empujando un centro Paulo Dybala. En el complemento vendrían los cambios (Alario, Banega, Paredes y Nacho Fernández) y más goles, para que el público argentino delirara en el Nacional de Singapur. El Papu Gómez, desde afuera del área; un golazo de Leandro Paredes; un derechazo fortísimo de Lucas Alario y la rúbrica de Ángel Di María (la figura), bailando sobre la pelota, decoraron el 6-0 final. Objetivos cumplidos, aunque si tomamos como medida Brasil sobre Singapur, hay detalles a corregir para el futuro. El atenuante es que Sampaoli recién hizo dos prácticas juntas con todo el plantel. Pero, los cambios comenzarán a notarse más adelante, cuando Uruguay, Venezuela, Perú y Ecuador, sean los verdaderos parámetros futbolísticos para una clasificación a Rusia que hoy no está tan sencilla como parece se presumía. Ése es el objetivo. Y ahí hay que apuntar de ahora en más.

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