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Tras su primer día de patrullaje, los gendarmes realizaron controles sorpresivos

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De acuerdo a un mapa del delito previamente confeccionado, los controles callejeros de Gendarmería estarán acompañados por tareas de inteligencia criminal.

El primer día de la puesta en marcha del convenio de colaboración entre Nación y Santa Fe en materia de seguridad se inició con controles vehiculares sorpresivos y rondas de patrullaje en distintos barrios de Rosario, cuyos vecinos alternan entre el agradecimiento a los efectivos de las fuerzas federales y la demanda de mayor presencia.

Los gendarmes se desplegaron este viernes en grupos ubicados de acuerdo a un mapa del delito previamente confeccionado, que priorizará las zonas más “calientes” de Rosario y la ciudad de Santa Fe, indicaron fuentes oficiales.

Los visibles controles callejeros de Gendarmería estarán acompañados por tareas de inteligencia criminal en procura de desactivar bandas narcos y con controles de Prefectura Naval en los 30 puertos privados que se extienden sobre la costa santafesina del río Paraná, según detalló la ministra de Seguridad Patricia Bulrrich.

Esta tarde uno de esos puntos de control se desplegó en Ayacucho y Doctor Rivas, en el barrio Tablada del sur de Rosario, que ostenta altos índices de violencia urbana y conflictividad.

Un grupo de 16 gendarmes en dos camionetas y dotados de un perro para detectar narcóticos realizó controles vehiculares aleatorios, por medio del cual detienen algunos autos y motocicletas y dejan seguir a otros.

“Gracias señor, disculpe la molestia”, dijo un efectivo al conductor de un vehículo utilitario al devolverle la documentación.

El conductor no lucía molesto: por el contrario, agradeció la presencia de la Gendarmería en las calles rosarinas.

“Al que tienen todo en regla se le hace un control superficial, que consiste en observar la parte interior del automóvil”, explicó un encargado del operativo.

En cambio, aquel que no puede exhibir la documentación del vehículo o la personal es retenido más tiempo, mientras los efectivos realizan la averiguación de antecedentes.

Si posee pedido de captura los efectivos dan aviso a la Fiscalía de Flagrancia de la Justicia provincial; si el antecedente está registrado en la base de dato de Gendarmería la comunicación es con la Justicia Federal de Rosario, precisaron.

En los casos de falta de documentación, o ante alguna sospecha, los gendarmes le piden al conductor que abra el baúl y se revista, también, el interior del vehículo.

El perro de la fuerza también entra en acción rodeando el auto en busca de drogas cuando el caso lo amerita, dijeron las fuentes a Télam.

“La eficacia del operativo radica, sobre todo, en los primeros 30 minutos. Luego ya se sabe que estamos acá”, explicó el informante.

Los operativos de control vehicular se extienden por períodos de dos a tres horas y son rotativos.

Un joven fue detenido esta tarde en su motocicleta con el casco colgando de uno de sus brazos.

“Cuando antes hacíamos los controles con (la Dirección Municipal de) Tránsito ellos actuaban en estos casos. Nosotros sólo le decimos que se lo ponga bien”, detalló un efectivo, mientras el joven respondía con un nervioso “sí, sí” al consejo del gendarme.

Las motos robadas son uno de los principales hallazgos de los operativos.

Los lugares donde se realizan los controles se definen diariamente en el Destacamento Móvil 2 de Gendarmería de Rosario.

A través de unas planillas que se realizan diariamente los efectivos son enviados a realizar controles o patrullajes, como los que hoy se efectuaron con caballos en el Parque Independencia, en Tablada y en el barrio Santa Lucía.

En la ciudad de Santa Fe el operativo se inició en los barrios Barranquita y Alto Verde, ubicados en el sudoeste, precisaron voceros de la cartera de Seguridad provincial.

Los gendarmes realizan turnos de 12 horas y en ese plazo se mueven por diferentes puntos de control dispuestos por la superioridad, que se extienden también a las localidades del Gran Rosario.

Van en grupo de 12 efectivos y una camioneta, número que asciende a 16 y otro vehículo cuando participan los perros de la fuerza.

Los efectivos de Gendarmería son recibidos con expectativas favorables por muchos vecinos, que agradecen su presencia.

“Los felicito, no se vayan”, le dijo hoy el conductor de un auto al efectivo que le realizó el control.

Pancho, un taxista, también se mostró permeable al operativo porque, dijo, “a mí no me molesta, por el contrario, me da más seguridad”.

“Espero que no se vayan, porque si no es pan para hoy hambre para mañana”, contó a Télam un efectivo que le dijo un conductor.

Tres mujeres sentadas en la vereda sobre calle Ayacucho, que gastaban su tiempo observando el operativo, dijeron a esta agencia que los gendarmes “tendrían que venir de noche, no a esta hora”.

“A la noche acá no queda nadie y la zona es peligrosa”, completo una de las consulta

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