Sandro y Cortázar, figuras que pusieron a Banfeld en la gloria

Roberto Sáchez, conocido como Sandro o Gitano, y Julio Florencio Cortázar tienen algo en común: vivieron en esta ciudad y la hicieron trascender. grandes figuras.

Si bien el cantante de América nació el 19 de agosto de 1945 en Valentín Alsina, pasó la mayor parte de su infancia y su juventud en Banfield. Sandro no sólo fue cantautor de baladas, rock & roll y pop en castellano, sino que también incursionó como director y actor protagonista en televisión.

Sus éxitos “Rosa Rosa”, “Penumbras”, “Te propongo” se convirtieron en clásicos de la música argentina. La intimidad de Sandro en la ciudad del Conurbano bonaerense era cuidada celosamente y mantenía su misterio a través de los paredones de piedra que se encuentran en el frente de la casa de Berutti al 200, a dos cuadras de la estación de Banfield.

Esta residencia era para él “su lugar en el mundo”, por lo cual la privacidad era algo fundamental y que no se pasaba por alto: sin embargo, solía salir a saludar a sus fanáticas o como a él le gustaba llamarlas, “sus nenas”, que le rendían tributo cada 19 de agosto.

Al “Gitano” le gustaba pasearse descalzo por el patio de césped, tomar sol en la terraza y alguna que otra vez, disfrutaba de sentarse a meditar en una de sus reposeras. El interior de la casa estaba decorado con un gusto victoriano y, por supuesto, había cuadros, afiches y recuerdos de cada paso por su carrera. Sandro falleció a las 20.40 del 4 de enero de 2010 en el hospital Italiano de Mendoza por un shock séptico.

Hoy en día, una plaza banfilense fue bautizada bajo el nombre de Sandro en su honor. Este espacio verde está ubicado a tres cuadras de la estación y fue inaugurado por el intendente Martín Insaurralde tras la muerte del músico.

Actualmente, su hogar está habitado por Olga Garaventa, quien fuera su mujer hasta el momento de su deceso.

Otro de los grandes artistas que vivió en Banfield fue el escritor Julio Florencio Cortázar, quien nació en Bruselas, Bélgica, el 26 de agosto de 1914. Sin embargo, entre 1918 y 1928, se mudaría a la calle Rodríguez Peña 585 en la ciudad lomense.

Banfield dejó una marca indeleble en uno de los más grandes escritores que tuvo la Argentina y fue además testigo de sus primeros amores y frustraciones. Cortázar fue considerado un “chico raro” durante su juventud, ya que se encerraba a leer y esta situación preocupaba a su familia, quien alterada, debió consultar a médicos que aconsejaron “prohibirle los libros al menos por cuatro o cinco meses”.

Por supuesto, que este pedido se volvió imposible para su madre, quien no tardó demasiado en devolverle las lecturas a su hijo. Banfield dejó una huella imborrable a través de la música, la literatura y la actuación con figuras como Roberto Sánchez (Sandro) y Julio Cortá