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Rajoy advierte que no reformará la constitución para los separatistas

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El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, afirmó hoy que su partido está dispuesto a reformar la Constitución, siempre y cuando exista un amplio consenso y el objetivo "no sea contentar a los que quieren liquidar la soberanía nacional". 

España celebra hoy el 39no aniversario de la Constitución de 1978 en medio de la mayor crisis política e institucional en 40 años de democracia a raíz del conflicto secesionista catalán, que precisamente reavivó el debate sobre la necesidad de abordar una reforma que entre otras cuestiones permita canalizar las aspiraciones y frustraciones de la norteña región.

Sin embargo, cualquier modificación del marco de convivencia política necesita del concurso de la principal fuerza política del país, el conservador Partido Popular (PP) de Rajoy.

A pesar de que el opositor Partido Socialista (PSOE) logró un compromiso de diálogo a cambio de su apoyo a la intervención de Cataluña para abortar la secesión, el líder conservador sigue siendo reticente a avanzar, sobre todo en los temas de fondo como el modelo territorial.

Durante el acto de conmemoración realizado en el Congreso de los Diputados, Rajoy elogió la actual Constitución porque "garantiza los derechos, las libertades y afirma la igualdad entre españoles y, sobre todo, habla de Estado de Derecho, de imperio de la ley y de soberanía nacional".

En ese sentido, dijo que la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que fue el marco legal utilizado para intervenir Cataluña para frustrar la secesión, permitió "defender al país del ataque de los independentistas".

A través de la intervención, el Ejecutivo español de Mariano Rajoy cesó al gobierno del ex presidente Carles Puigdemont y convocó elecciones en la región para el 21 de diciembre.

Sin embargo, los comicios no garantizan una resolución del conflicto ya que los sondeos auguran que los independentistas podrían reeditar su mayoría o, en caso de no lograrlo, seguirán teniendo un fuerte apoyo social.

En este contexto, Rajoy sostuvo que es "muy importante que la reforma se haga con un consenso muy generalizado como el del 78", ya que "una Constitución por mayoría (simple) no se puede reformar".

Además, reiteró la "línea roja" de su Partido Popular (PP): "Estamos dispuestos (a una reforma) siempre que no tenga como objetivo contentar a los que quieren liquidar la soberanía nacional", subrayó.

Por su parte, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, insistió en que la Constitución española debe reformarse "forjando grandes consensos" para "blindar derechos sociales" y "dar estabilidad y seguridad a nuestros jóvenes".

A pesar de las reticencias de Rajoy, Sánchez se mostró confiado en el compromiso asumido por el presidente de abrir una subcomisión parlamentaria para debatir sobre la reforma en seis meses.

Pablo Iglesias, referente del partido de izquierda Podemos, también defendió una reforma, pero para lograr un "nuevo acuerdo territorial y un pacto frente a la corrupción".

Podemos y sus aliados creen que el "pacto del 78" está superado y no puede ser el marco político de consenso para abordar los actuales desafíos de la sociedad española.

Los partidos de la izquierda y los liberales de Ciudadanos son los más ambiciosos respecto a una reforma constitucional, que consideran que el PSOE y Podemos han bloqueado durante años en beneficio del bipartidismo.

"Vamos a defender una reforma seria y rigurosa, no para romper nuestro país y no para contentar a los que nunca estarán contentos, que son los separatistas", subrayó el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, quien se mueve entre posiciones cercanas a las del PSOE y del

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