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Peligra el inicio de clases en una escuela porteña por problemas edilicios y hay más de 70 denuncias similares

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Maestros de la Escuela 4 de Lugano advirtieron que si no les dan "una fecha de inicio de obras, el lunes no empiezan las clases", mientras que desde uno de los gremios docentes indicaron que "no están dadas las condiciones materiales para empazar el ciclo lectivo".

Ante la "horrorosa" situación edilicia en que persiste hace más de un año y medio la Escuela 4 de Lugano, sus maestros advirtieron que si no les dan "una fecha de inicio de obras, el lunes no empiezan las clases". , mientras que desde uno de los gremios docentes porteños advirtieron que "como ésta hay muchas otras en la ciudad, donde no están dadas las condiciones materiales para iniciar un ciclo lectivo".

Sin saber qué hacer para llamar la atención sobre el problema, la escuela amaneció ayer rodeada de una cinta perimetral blanca y roja con la leyenda "peligro", como las que suelen utilizarse para señalar espacios inseguros.

"Nos prometieron un plan integral de obra que iba a empezar en noviembre de 2013. Como no se hizo, todo el año pasado seguimos elevando notas y nos dijeron que en el verano empezaba la obra: lo concreto es que no tenemos un obrero dentro y si no nos dan una fecha de inicio de obra, no empiezan las clases", explicó a Télam Gabriela Linardo, docente de cuarto grado de esa institución.

Los graves problemas de infraestructura en la Escuela 4 "Provincia de Tucumán" se remontan por lo menos a agosto de 2013, cuando alumnos, padres y docentes cortaron la intersección de las avenidas Riestra y Argentina ante la situación de colapso que representaban una pared en riesgo de derrumbe y la ausencia de calefacción por una pérdida de gas.

Utilizada por unos 1.500 chicos por día, "la escuela sigue rota, empeorando cada día", según advierte uno de los carteles ilustrados con fotos que cubren la fachada del establecimiento.

"Todo el tiempo se corta la luz en algún sector, tenemos que clausurar baños porque se tapan o aparecen grietas en las paredes.

Vienen y arreglan, pero se toman su tiempo hasta para estos parches. Para reponer el vidrio que se cayó arriba de los chicos de sexto estuvieron 7 meses, por ejemplo", contó la docente Liliana Martínez.

Pero más allá de esto, persisten los problemas estructurales que Télam pudo constatar en una recorrida por el establecimiento: hundimiento del piso del primer y segundo grado en la planta baja que se inunda cuando llueve, filtración en los techos con agua cayendo sobre las cajas de luz, falta de barandas seguras, rajaduras en paredes, ausencia de vidrios reglamentarios, puertas con las placas rotas y sin picaporte y mobiliario roto, entre otros.

Un tema aparte son los baños: "En la planta baja están los que usan los nenes de primero y segundo grado pero el mingitorio es demasiado alto para ellos y entonces hay un solo baño -el que tiene inodoro- para 120 nenes y muchas veces se hacen encima esperando", agregó.

Y si todavía no salió nadie lastimado es "porque tenemos un Dios aparte", aseguran las maestras, como se puso de manifiesto cuando un enorme porta tubos fluorescente se cayó sobre el banco de un niño de segundo grado poco después de que la maestra lo llamara a su escritorio, o cuando una docente recibió una descarga eléctrica al correr un cable que pendía sobre el pizarrón en el que se disponía a escribir.

"Estamos preocupados los padres, pero los chicos no se pueden atrasar. ¡Mi hija está esperando con tanta ansia para venir a la escuela! Yo quisiera que vengan a solucionarlo de una buena vez", aseguró a Télam Daysi Quispe.

Por su parte, el titular de Ademys, Jorge Adaro, aseguró que casos como el de la Escuela 4 "hay muchas en la ciudad, donde no hay las condiciones para iniciar un ciclo lectivo materialmente".

De hecho, durante 2014 la Dirección de Derecho a la Educación, Ciencia, Cultura y Tecnología de la Defensoría del Pueblo porteña recibió más de 70 denuncias referidas a problemas edilicios en escuelas y en marzo se presentará un informe al respecto.

Uno de los casos que viene siguiendo esta dependencia, por ejemplo, es el de la Escuela Nº19 "Bartolina Sisa" de Villa Devoto, un establecimiento que tiene los sótanos anegados por el ascenso de las napas, techos de chapa agujereados que inundan el colegio cuando llueve y serios problemas de humedad que ya provocaron la caída de ventiladores o de parte del techo, y vuelven irrespirable el aire en la biblioteca.

Todo en un edificio que era el estacionamiento de una línea de colectivos y que en noviembre pasado fue objeto de un abrazo simbólico de la comunidad.

"La propuesta que nos hizo el gobierno de la Ciudad en diciembre quedó en sólo una promesa. Mientras tanto, la empresa de mantenimiento no hizo nada y esta semana la directora estuvo llamándolos para pedirles que aunque sea vinieran a cortar el pasto, porque en un sector tiene un metro de altura. Un claro ejemplo del abandono que sufre la escuela", dijo a Télam Mariel Rizzardi, presidenta de la cooperadora de ese establecimiento.

"Nosotros venimos denunciando hace tiempo los problemas de infraestructura en las escuelas y la falta de construcción de nuevas, agravado por el hecho de que desde algunos años disminuyen las partidas presupuestales para infraestructura mientras aumenta la inversión en el sector privado", aseguró Adaro.

De hecho, según los delegados de las Asociaciones Cooperadoras Escolares, los fondos dedicados a infraestructura y mantenimiento edilicio pasaron de representar el 4,33 por ciento del presupuesto educativo en 2014 al un 3,80 en el de este a

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