Otro terremoto en México dejó más de 130 muertos

El gran sismo de magnitud 7.1 sacudió al centro del país y sólo en el DF se derrumbaron 27 edificios. Hay temor por posibles réplicas. 

Más de 130 personas fallecieron en México, luego de que un terremoto de magnitud 7.1 en la escala de Richter sacudiera al centro del país. Sólo en el Distrito Federal (DF), se derrumbaron 27 edificios y la búsqueda de desaparecidos es desesperante. Hay temor por las réplicas. Si bien el epicentro se localizó en el límite entre Morelos y Puebla, también se sintió con mucha fuerza en la ciudad de México, Acapulco, Oaxaca, Guadalajara, Colima y Chipancingo, y tuvo una profundidad de 51 kilómetros. La catástrofe dejó decenas de familias sin hogares, que se enfrentan ahora al temor de posibles réplicas. En el DF, se derrumbó un colegio en pleno horario escolar, y las autoridades tuvieron que actuar de inmediato porque los niños quedaron bajo los escombros.

La naturaleza no da tregua y no permitió que México se recuperara del sismo del pasado 7 de septiembre, que causó al menos 78 muertes. Varios ciudadanos mexicanos filmaron el momento de temblor y las imágenes se viralizaron por las redes. Se ven edificios derrumbados, árboles caídos y hasta el famoso Estadio Azteca sufrió una grieta en una de sus tribunas. En este contexto, Peña Nieto, convocó al Comité Nacional de Emergencias para activar un plan de emergencia. “Hago un respetuoso llamado a la población a mantener la serenidad y estar atenta a las alertas y recomendaciones de Protección Civil. Pueden darse réplicas y más edificios pueden desplomarse”, explicó el mandatario. Cabe destacar que la tragedia ocurrió justo cuando se cumplieron 32 años del feroz sismo de 1985, el más mortífero de la historia de México, que dejó 10 mil fallecidos.

MARÍA SE DIRIGE A PUERTO RICO. El poderoso huracán de categoría 5 dejó al menos un muerto y dos desaparecidos en las islas francesas de Guadalupe. Luego de pasar por República Dominicana, donde causó estragos, el ciclón se dirige a Puerto Rico. Su gobernador, Ricardo Antonio Rosselló, advirtió que podría ser “el más peligroso de la historia moderna” del territorio caribeño y que se trata de “un peligro extremo”.