Murió Chabán: de rey del under a la tragedia

El empresario falleció por un linfoma mientras cumplía la condena de 10 años por el incendio en Cromañón.

Omar Chabán, el gerenciador del trágico boliche de Cromañón, falleció ayer, a los 62 años, en el Hospital Santojanni, donde estaba internado por un linfoma de Hodgkin mientras cumplía una condena de 10 años por el incendio en el boliche en el que murieron 194 personas. Su abogado, Vicente Dátoli, había conseguido

que le concedieran el arresto domiciliario luego de que la salud del empresario teatral se debilitara en el penal de Marcos Paz. Durante su reclusión llegó a perder más de 20 kilos.

Chabán se destacó como productor teatral en los albores de la nueva actual etapa democrática. A principios de los ’80, abrió Café Einstein, ubicado en Pueyrredón y Córdoba, y ese espacio se convirtió en un lugar emblemático para las bandas que comenzaban su camino en aquellos años, como Soda Stereo, Sumo y Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.

Su gran salto en la escena rockera lo dio con Cemento, un boliche icónico del rock argentino de los ’80 y para

cualquier banda, llenar ese lugar era acercarse a la consagración y un paso previo a llegar a Obras, la meca rockera de aquellos años. Llegaron a actuar en el local ubicado en Estados Unidos al 1200 desde Los

Redondos y Los Rodríguez (en su primera visita al país) hasta Los Decadentes y la Mona Jiménez, en una de sus iniciales incursiones. Además, y en paralelo a Cemento, Chabán estuvo al frente de Die Schule, ubicado en Alsina al 1600, un emprendimiento de corta duración que sirvió de escenario para bandas de menor convocatoria.

En ambos lugares, las condiciones edilicias no eran las mejores y en un escalón más abajo se encontraba el

estado de los sanitarios, que quedaron en la leyenda por su falta de limpieza. Arrancando el nuevo siglo, Chabán se hizo cargo de República Cromañon, un boliche ubicado cerca de la estación Once y donde durante años había funcionado un boliche de cumbia, llamado El Reventón. Por ahí, pasaron las nuevas bandas, algunas ya consagradas y otras tantas que hoy siguen su camino. En ese boliche, aquel fatídico 30 de diciembre de

2004, se incendió la media sombra que cubría el techo por el impacto de una bengala mientras tocaba Callejeros. El fuego generó un humo tóxico, la capacidad del teatro estaba sobrepasada y las puertas de emergencia no se pudieron abrir, porque estaban cerradas con candados y alambres, una verdadera trampa mortal para 194 personas.

Tanto Chabán, su jefe de seguridad, los músicos de Callejeros y el manager de la banda, entre otros, fueron

condenados por los hechos aquella noche. El entonces jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, fue destituido por la

Legislatura porteña luego de ser sometido a un juicio polít