La gente va llegando al baile

¿Te acordás que te conté que los grupitos del más grande y de las más chicas hicieron buenas migas?, bueno la cosa es que armaron una fiesta relinda, todos juntos. Increíble, se juntaron el agua y el aceite.

¿Querés todos los detalles?, que ploma sos por Dios, pero bue…, te cuento: resulta que el edificio del depto que alquilamos tiene abajo un lugar común como un parque, que se puede usar sin problemas.

Ahí armaron la joda los chicos con los amigos que hicieron estos días en Samber, ¿viste?, yo tenía el peor de los pronósticos, pero mi marido me dijo que me relaje, que los chicos no tienen problemas y que es bueno que compartan, a pesar de las diferencias, muy superado el.

La cosa que el más grande trajo a su barra de vagonetas y la nena a sus geniecitos y la pasaron bomba. Un rato nos quedamos mirando, pero mi marido me dijo que no corresponde, que está mal no respetar la intimidad de los chicos y que a nosotros tampoco nos gustaba que nos espíen los grandes cuando éramos pendex.

Pero igual, algo miré desde el balcón. La cosa es que la nena bailó como loca, algo que nunca hace, porque no le gusta esa onda, hasta cumbia se animó a bailar, una música que no le gusta ni un poco.

Y el otro grandulón lo vi hablando con una del grupo de los geniecitos, una piba de lentes con cara de sabelotodo. Este la escuchaba atento, seguro le hablaba de algo que ni entendía, pero igual la escuchaba, quizá hasta ahora agarre un libro y todo.

Al final reinó la paz y estos se acostaron como a las 7 de la matina, parece que fue larga la joda y hasta la tarde ni se levantaron. Una vez que está todo en orden, ya nos tenemos que volver, lo bueno dura poco querida, esto es así y así es la vida.

Bueno, a la vuelta te cuento, me estoy quedando sin crédito, voy a tener que aprender a usar el WhatsApp ese, me voy a fundir s