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"La causa justa", de Lamborghini, en una nueva puesta en escena

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El relato -cuya adaptación dramatúrgica estuvo a cargo del director, Cristian Palacios, y del protagonista, Mariano Bassi- presenta los varios personajes del texto que en su adaptación teatral, Bassi escenifica con marcada sutileza.

La puesta de "La Causa justa", texto de Osvaldo Lamborghini escenificado notablemente por Marcelo Bassi tiene lugar en una sala del barrio porteño de Monserrat que lleva, con inagotable ritmo, un relato denso que goza de todos los encantos y suspicacias de lo políticamente incorrecto y que podría resultar incómodo para ciertas susceptibilidades.

Osvaldo Lamborghini (hermano del poeta Leónidas Lamborghini) fue un escritor de culto de ciertos cenáculos que orillaban el psicoanálisis (a fines de los años 60 y comienzos de los 70) y fue el "Fiord", interpretado como una aguda crítica al peronismo, el texto que mayor reconocimiento adquirió en ese entonces.

En "La causa justa" se podría decir que intenta una radiografía, desde el absurdo, de la opresión social, el coraje y la irracionalidad de los chistes (o su relación con lo inconsciente, tal como los conocemos en estas pampas bravas) narrándolo con un tinte algo escatólógico y partiendo del relato de la vida de Nal (un individuo eternamente sojuzgado por dos protuberancias y abusado en reiteradas ocasiones) en el marco de un grupo de oficinistas de una misma empresa.

Con algo de capricho se podría asociar, su punto de vista sobre esa geografía laboral, con la expresada por Abelardo Castillo en "Also sprach el señor Núñez".

El relato -cuya adaptación dramatúrgica estuvo a cargo del director, Cristian Palacios, y del protagonista, Mariano Bassi- presenta los varios personajes del texto que en su adaptación teatral, Bassi escenifica con marcada sutileza y pequeñas acciones físicas en un escenario casi despoblado de escenografía.

Así es como aparecen los cinco artífices hilvanados mediante la palabra del relator que irá pausadamente brindando la información necesaria para que luego pueda entenderse el trágico desenlace, tras un ferviente partido de "fobal de oficina" entre casados y solteros.

Y deje al espectador reflexionando sobre el verdadero significado de los chistes, que tanto obsesiona a Tokuro y su lógica marcial, donde la verdad enunciada nunca puede emparentarse con la canallada: "-¡Usté decir, usté hacer! Si no ofender al Emperador Japonés".

"La causa justa" se puede ver los jueves a las 21 en Espacio Lavallén/casa de artistas, www.espaciolavallen.blogsport.

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