La Unión | policiales

En la recta final del juicio, los fiscales pedirán perpetua para Mangeri

.

mangeri

mangeri

Pedirán hoy esa pena para el portero cuando aleguen en el juicio oral por el crimen de Ángeles Rawson, la chica de 16 años asesinada hace dos años en el barrio porteño de Palermo, y acusen al imputado por un abuso sexual seguido de muerte.

El debate se reanudará a las 9 en la sala de audiencias del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 porteño, en la oficina 6108 del 6to. piso del Palacio de Tribunales, en Talcahuano 550.

Se escuchará el alegato de los fiscales del juicio Fernando Fiszer -quien también actuó en la causa como fiscal coadyuvante durante la instrucción-, y Sandro Abraldes.

Mangeri será trasladado del penal de Ezeiza y estará en la sala, al igual que la fiscal que realizó la investigación y en cuatro días logró la detención del portero, Paula Asaro, quien la semana pasada concurrió al juicio para escuchar el alegato de la querella y apoyar a la familia Rawson.

Tal como sucedió con la querella, Fiszer y Abraldes también pedirán para Mangeri la pena máxima del Código Penal, pero por un delito diferente al que le endilgó al portero el abogado querellante Pablo Lanusse.

Para la fiscalía, Mangeri es autor de un “abuso sexual seguido de muerte”, delito contemplado en el artículo 124 del Código Penal.

Fiszer y Abraldes darán por probado que hubo un abuso sexual por más que la penetración no llegó a concretarse y sólo se detectaron en Ángeles lesiones paragenitales que dan a entender que la víctima se resistió al ataque.

Fiszer explicó en el requerimiento de elevación a juicio de la causa, que presentó junto a Asaro, que para aplicar la figura del abuso sexual “no es necesario probar que el autor pretendió acceder carnalmente a la víctima, ni que intentó que ésta le practicara sexo oral, ni que intentó practicárselo a ella, ni ninguna actividad concreta”.

“Basta con demostrar que el accionar del sujeto activo, se encaminó a vulnerar su libre determinación sexual, efectuando tocamientos, violentos o no, en zonas erógenas y de concreta intimidad de la víctima”, agrega el escrito de la fiscalía al que tuvo acceso Télam.

Luego, para sostener el "abuso seguido de muerte", los fiscales expusieron que “la conducta que produjera el resultado mortal ha sido concomitante con el abuso sexual”.

“Las maniobras asfixiantes y golpes fueron con el propósito de perpetrar el abuso sexual que trajo como consecuencia la muerte", escribieron los fiscales en su requerimiento.

Lanusse, en cambio, sostuvo el miércoles la calificación de “abuso sexual agravado en grado de tentativa en concurso real con homicidio agravado criminis causae para ocultar un delito precedente y procurar la impunidad y femicidio”.

La diferencia principal radica en que para los fiscales la muerte la muerte de Ángeles se produce como consecuencia del abuso en una misma y continuada acción, mientras que para la querella el propósito original fue el abuso y luego, ante la resistencia de la víctima, Mangeri tomó la decisión de cometer un segundo y más grave delito: el homicidio

Fuentes judiciales indicaron a Télam que además, los fiscales deberán definir si ese "abuso sexual seguido de muerte" fue cometido en un contexto de violencia de género y si por ello también acusan a Mangeri por “femicidio”, ya que en el requerimiento de elevación a juicio lo dejaron pendiente de acuerdo a lo que se acredite en el debate oral.

Tal como sucedió la semana pasada, la fiscalía mencionará como prueba clave contra Mangeri el estudio de ADN que determinó en forma categórica que debajo de la uña del dedo índice de la mano derecha de Ángeles se halló el perfil genético del portero, lo que indica que la víctima llegó a rasguñarlo en un intento de defensa.

También analizará como prueba las lesiones -más de 20 excoriaciones-, que Mangeri tenía en su cuerpo compatibles con arañazos y las que el asesino le provocó a la adolescente en su ataque sexual.

Lanusse dijo el miércoles que Ángeles fue “una mártir”, que “defendió su dignidad”, que “murió siendo niña pero demostrando ser una gran mujer” y calificó a Mangeri como un “macho retrógrado” que “cosificó” a la adolescente “para satisfacer sus más bajos y ruines instintos sexuales".

Los fiscales darán por probado que aquel 10 de junio de 2013 Ángeles “Mumi” Rawson regresaba de su clase de gimnasia a su casa de Ravignani 2360, quedó grabada por cámaras de seguridad llegando al edificio pero nunca logró entrar a su departamento de la PB “A” porque fue interceptada por Mangeri.

Los representantes del Ministerio Público dirán que con algún tipo de engaño, Mangeri llevó a Ángeles al sótano o a su casa de la portería del 8vo. piso y allí comenzó el ataque sexual que la víctima resistió y que culminó cuando el portero la estranguló y asfixió para luego arrojar su cadáver al circuito de la bas

Temas Relacionados