La Unión | SOCIEDAD

Ellos se animan a afrontar la paternidad en solitario

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Los avances en medicina permiten que puedan tener hijos sin la figura materna a través del alquiler de vientre, que se debe hacer en el exterior.

Tras el anuncio del conductor Alejandro Marley, quien contó que está esperando su primer hijo, la polémica y las opiniones sobre la decisión de ser papá soltero volvió a reflotar la práctica denominada “vientres en alquiler”.

La posibilidad de poder convertirse en padre sin la necesidad de tener una pareja es un hecho gracias a los avances de la medicina, pero los argentinos que quieran acceder a esta práctica deben hacerlo en otro país.

El tratamiento de Gestación por Sustitución o también conocido como Vientre Subrogado no esta regulado en Argentina y el tema siempre vuelve a estar en el centro de la escena cuando aparecen famosos que cuentan de qué manera lo han llevado adelante, como sucedió años atrás con Ricardo Fort o Florencia de la V.

En el país, hay un gran vacío legal sobre esta práctica que es cada vez más común y a la que lamentablemente solo una persona o pareja con amplios recursos económicos puede alcanzar, ya que debe trasladarse a otro país para lograrlo.

En los proyectos previos al nuevo Código Civil estaba contemplada la maternidad subrogada. Pero por cuestiones políticas y religiosas fue descartado el artículo que indicaba claramente cuáles debían ser los pasos legales para lograrla. El proyecto de ley requería autorización judicial, que la madre subrogante sea mayor de edad y tuviera un hijo previo. Y que fundamentalmente se trate de un acto altruista y no pago, pero el proyecto no prosperó.

UNA DECISIÓN ELABORADA. Los famosos que han contadocómo tomaron esta decisión aseguran que deben recorrer un largo camino, sobre todo de investigación sobre el tema. “Toda mi vida quise ser padre, lo encaré solo”, contó Marley, y detalló que tendrá un varón a través de un alquiler de vientre a una mujer que vive en Rusia.

El conductor reveló que el bebé se llamará Mirko, en relación a la mujer que lo lleva en su panza, cuya nacionalidad es rusa. “No es algo que se da livianamente se pasa por diferentes etapas”,

reconoció.

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