El recuerdo al ídolo

Sandro hubiera cumplido 69 años y Olga Garaventa, su viuda, lo evocó con cariño y admitió que el cantante fue feliz en su casona de Banfield.

Olga Garaventa, la viuda de Sandro, recordó con mucha emoción y con algunas revelaciones a su ex marido y al ídolo de varias generaciones del mundo de habla hispana en el día en el que el artista hubiera cumplido 69 años.

“Era un libro abierto sobre chistes y anécdotas. Tapaba lo malo", aseguró ayer la viuda del “Gitano”, en diálogo con el programa “Detrás de lo que vemos”, por Radio del Plata. Roberto Sánchez había nacido un 18 de agosto de 1945 en la Maternidad Sardá, en Parque Patricios.

Se crió en Valentín Alsina, siendo el único hijo de Irma Nydia Ocampo, y de Vicente, de ascendencia gitana, de quien heredaría su apodo. " Extraño todo de él. Manejaba las cosas de taquito", agregó Olga sobre la añoranza que siente sobre su ex marido, a quien acompañó en los últimos y más difíciles momentos de su vida.

Sandro de América era sólo el que salía a escena, el que se sacudía sobre las tablas y hacía vibrar a las nenas, pero la mayor parte de su vida este genial artista era Roberto, el nombre que le puso su padre, porque no le permitieron inscribirlo en el Registro Cívil con el que había elegido su madre y en el que se trasformó en la identidad artística del cantante, Sandro.

Olga reveló, en la entrevista radial, que era detrás de los muros de la mansión de Banfield, donde se refugiaba en su intimidad, donde su vida cotiana era sólo accesible a unos escasos elegidos.

“A él le costaba aceptar que Roberto existía del paredón hacia adentro, pero pudo vivir bien", cerró Olga, revelando la metamorfosis que Sandro sufría para ser Roberto dentro de la casona, de la que salía los días como hoy para saludar a las nenas, eternas seguido