El presidente mexicano cambia a los responsables de combatir la inseguridad, la pobreza y defender el trabajo

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció anoche el cambió de los ministros encargados del combate a la inseguridad y la pobreza y de velar por las condiciones laborales, en la recta final de su mandato y con vistas a las elecciones del próximo 1 de julio.

Peña Nieto, cuya gestión es desaprobada por más del 60 por ciento de los mexicanos según las encuestas, dijo en un mensaje a la Nación haber aceptado la renuncia del secretario de Gobernación (Interior), Miguel Ángel Osorio Chong, quien ocupaba el cargo desde el inicio de su mandato el 1 de diciembre de 2012.

El mandatario elogió la gestión de Osorio, expresando que fue parte del equipo de transición encargado de la preparación del inicio de la actual Administración y "protagonista" del Pacto por México, un acuerdo entre los principales partidos del país para impulsar reformas constitucionales de gran envergadura.

"Bajo su liderazgo, la Secretaría de Gobernación tuvo numerosos logros que han fortalecido la gobernabilidad democrática del país con base en una relación respetuosa y constructiva entre poderes y órdenes de gobierno", aseveró el presidente.

Osorio -quien figuró durante mucho tiempo como potencial aspirante presidencial antes de que el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) eligiera a José Antonio Meade, ex secretario de Hacienda- buscará un escaño en el Senado, según informa la agencia EFE.

Como encargado de la seguridad interna del país, Osorio estaba en una posición privilegiada para suceder a Peña Nieto, pero el estrepitoso fracaso en este campo hizo que México terminara 2017 con el mayor número de asesinatos en los últimos 20 años, con 23.101 de enero a noviembre.

En México se produjo un repunte de la violencia tras el lanzamiento a finales de 2006 de la guerra contra el narcotráfico por parte del entonces presidente Felipe Calderón, que hasta la fecha dejó al menos 150.000 muertes y más de 30.000 desaparecidos.

Este "combate frontal" al crimen organizado impulsó la salida de los militares a las calles, donde permanecen desde entonces efectuando tareas de seguridad pública.

Peña Nieto designó a Alfonso Navarrete Prida, quien hasta ayer era secretario del Trabajo, para suceder a Osorio al frente de Gobernación.

Como prioridades le encomendó "redoblar esfuerzos en el combate a la inseguridad, con énfasis en los municipios que presentan los mayores índices de criminalidad".

"Con ese propósito se verán reforzadas las labores que realiza el gabinete de seguridad para combatir el crimen organizado", abundó.

Asimismo, le encargó "velar por el correcto desarrollo de los procesos electorales" de este año.

En la Secretaría del Trabajo, Peña Nieto nombró a Roberto Campa Cifrián, hasta ahora subsecretario de Derechos Humanos, al que pidió mantener la armonía entre sectores productivos, continuar los esfuerzos de formalización del empleo e impulsar la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores.

Por otro lado, el presidente aceptó la renuncia como secretario de Desarrollo Social de Luis Enrique Miranda Nava, del que dijo "contribuyó a reducir los niveles de pobreza y carencias sociales en el país".

México celebrará elecciones el 1 de julio próximo para renovar la Presidencia, el Congreso y autoridades en 30 estados.

El PRI enfrenta el fuerte desafío del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que encabeza las preferencias electorales bajo el liderazgo del izquierdista Manuel López Obrador.

El nuevo gobernante heredará un país marcado por los más altos índices de violencia en décadas, una persistente desigualdad social, corrupción institucional y el desprestigio de la clase política, entre otros retos.

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