El pastor evangélico Marcelo Crivella fue elegido alcalde de Río
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Se impuso al socialista Marcelo Freixo en la segunda vuelta de las elecciones municipales de Brasil, que marcaron el fin el retroceso del Partido de los Trabajadores y el avance de candidatos que proclamaban la "antipolítica".
El senador Marcelo Crivella, un pastor evangélico de la cúpula de la Iglesia Universal, fue elegido hoy alcalde de Río de Janeiro, tras vencer al socialista Marcelo Freixo en la segunda vuelta de las elecciones municipales de Brasil, que marcaron el fin el retroceso del Partido de los Trabajadores (PT) y el avance de candidatos que proclamaban la "antipolítica".
Crivella, del Partido Republicano Brasileño (PRB), venció con 59,37% de los votos contra 40,63% de Freixo, el profesor universitario del Partido Socialismo y Libertad, y posicionó en el primer plano de la política nacional al magnate Edir Macedo, su tío y fundador de la Iglesia Universal del Reino de Dios, dueño de la TV Record, la segunda del país.
Crivella fue ministro de Pesca de la presidenta Dilma Rousseff en 2013 y luego en la cámara alta votó a favor de destituirla, con lo cual forma parte de la base del actual mandatario, Michel Temer, pero en Río de Janeiro hizo campaña contra el partido del jefe del Estado y del alcalde saliente, Eduardo Paes.
Acusado de haber sido homofóbico y de insultar a otras religiones, Crivella tuvo un fuerte apoyo en las regiones más pobres de las zonas norte y oeste de Río de Janeiro, con un discurso sustentado en que la ciudad y no las personas fueron beneficiarias de las mejoras urbanas para los Juegos Olímpicos.
Así como en San Pablo con el empresario Joao Doria, que había vencido en la primera vuelta del 2 de este mes arrebatándole la mayor ciudad del país al PT, en Belo Horizonte, el ex presidente de Atlético Mineiro Alexandre Kalil, del Partido Humanista, gobernará la estratégica capital de Minas Gerais.
Le ganó al ex arquero de Atlético Mineiro Joao Leite, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), en una derrota significativa contra el titular del partido y hombre fuerte de Minas Gerais, el senador Aecio Neves, la cual atenta contra sus planes para ser precandidato presidencial en 2018 frente al gobernador paulista, Geraldo Alckmin.
El PSDB sorprendió al ganar por primera vez Porto Alegre, capital de Rio de Grande do Sul, estado fronterizo con la Argentina y Uruguay, y confirmar su fortaleza en las amazónicas Manaos y Belém.
La sorpresa se extendió ya que ganó por primera vez en Santo André, uno de los municipios del Gran San Pablo donde tenía hegemonía el PT porque allí el ex presidente Luiz Inácio Lula da SIlva construyó la fuerza a partir del movimiento sindical del cordón industrial.
El Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB), tradicional fuerza mayoritaria de Brasil desde fin de la dictadura, de Temer venció en Goaiania y Cuiabá.
El Partido Socialista Brasileño PSB, dividido a nivel nacional por su apoyo a Temer, logró la reelección de Geraldo Julio contra el candidato del PT en la tercera ciudad más grande del nordeste, Recife, capital de Pernambuco, estado natal de Lula.
Ningún candidato apoyado personalmente en actos en todas las elecciones muncipales por Lula o Rousseff logró elegirse o reelegirse alcalde.
Desde la primera vuelta, el PT perdió además de San Pablo 373 ciudades y el retroceso de la fuerza que gobernó durante 13 años hasta el 31 de agosto, cuando fue destituida Dilma Rousseff en un juicio político.
En la segunda vuelta para elegir alcaldes de 57 ciudades, en comicios que no tuvieron incidentes significativos pero que concluyeron con 48 detenidos por violar las normas electorales.
Por otra parte, ni Lula ni Rousseff asistieron a votar, acaso influidos por el hecho de que en sus ciudades, Sao Bernardo do Campo y Porto Alegre, respectivamente, sus candidatos fueran eliminado en primera vuelta.
Lula no está obligado a votar pues tiene 71 años y la obligatoriedad alcanza a las personas de hasta 70, y Rousseff fue a visitar a su madre a Belo Horizonte.
Rousseff fue destituida al 31 de agosto pasado en juicio político, cuando promediaba el segundo año de su segundo mandato consecutivo, acusada de haber violado la Ley de Responsabilidad Fiscal.
En tanto, Lula es investigado por presunta corrupción vinculada con el desvío ilegal de fondos multimillonarios de la petrolera estatal Petrob
