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El conmovedor llanto de los fieles chinos frente al Papa en Plaza San Pedro

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Después de su clásico recorrido en Papamóvil, el Pontífice saludó este miércoles a un grupo de fieles de Tianjin, China, que se acercaron a saludarlo antes de que iniciara la Audiencia General.

En medio de los acercamientos constantes entre el Vaticano y China de los últimos meses, el papa Francisco conmovió hoy a un grupo de fieles del país asiático durante la audiencia general en Plaza San Pedro.

Apenas después de su clásico recorrido en Papamóvil, el Pontífice saludó este miércoles a un grupo de fieles de Tianjin, China, que se acercaron a saludarlo antes de que iniciara la Audiencia General.

En una imagen inusual para las 177 audiencias que lleva Jorge Bergoglio como Pontífice, los fieles se arrodillaron llorando frente a él y le pidieron que salude y bendiga a los niños que llevaban con ellos.

El gesto de devoción se da en medio de los acercamientos constantes entre la Santa Sede y China para reestablecer la relación diplomática interrumpida formalmente en 1951 tras el ascenso al poder de Mao Tse Tsung.

En China, donde el Partido Comunista avala la denominada Iglesia Patriótica como gesto de independencia de Roma, hay alrededor de 12 millones de católicos.

En ese marco, el director de la revista más antigua de Italia, el jesuita Antonio Spadaro enmarcó los acercamientos entre China y en el Vaticano en el hecho de que el gigante asiático "advierte la fuerza política del Papa".

"Hace unas pocas semanas el Papa fue tapa del Global Times, la edición internacional del diario del partido Comunista. Eso fue un hecho de enorme importancia que ratifica algo que se ve hace tiempo: China advierte la fuerza política del Papa y descubrió que su 'soft power' es importante y relevante", analizó Spadaro consultado por Télam sobre los acercamientos.

"El discurso religioso del Papa interesa sí, pero es algo que viene después. Es importante para China en este momento tener una relación con el Vaticano, consciente de lo que se está viniendo en el mundo. Que ha llegado un momento en que algo se debe cambiar", explicó Spadaro, luego de recordar la genealogía de un acercamiento histórico entre jesuitas y China que tuvo quizás en la figura de Matteo Ricci, a fines del siglo XVI, el punto más alto.

"El interés profundo del Papa es que la gente conozca el evangelio, como siempre ha sido en la historia. La iglesia no quiere desestabilizar a los poderes constituidos. Él incluso siempre habla del amado pueblo chino", agregó.

En enero, en declaraciones al diario español El País, Francisco reiteró su voluntad de poder convertirse en el primer Pontífice de la historia en pisar suelo chino luego de haber sobrevolado por primera vez su espacio aéreo en 2014. "Iré a Pekín cuando me inviten. Las iglesias están llenas. Se puede practicar la religión en China", aseguró en enero.

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