La Unión | Lanus

Concientización ante experiencias límite

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La presidenta de Madres del Dolor, Silvia Irigaray, disertó sobre su libro “Huellas” y contó su historia. Silvia Irigaray, presidenta de Madres del Dolor, presentó su libro “Huellas” y brindó una charla en la Casa de la Cultura de Lanús donde, además, concientizó a los vecinos sobre la importancia de la donación de órganos.

Silvia es la mamá de Maxi, uno de los chicos de Floresta asesinados en 2001 en la estación de servicio de Gaona y Gualeguaychú. En su lucha por superar la muerte de su hijo, escribió “Huellas”, donde deja asentada su postura ante la vida y el testimonio de la suya.

A través de Madres del Dolor, acompaña a otras personas que les toca vivir la pérdida de un hijo, a la par que lucha también por la donación de órganos para salvar vidas. “Hace 16 años que mataron a mi hijo.

Y un día empecé a escribir unos borradores en homenaje a él, mirando su foto y no me quedé con ese dolor, no me hundí en la muerte”, contó la autora ante un auditorio lleno de vecinos, y añadió: “A todo el que pasa por ese dolor, quiero decirle que uno puede transformarlo, que con ese dolor uno tiene que hacer algo positivo”. “Huellas”, que es regalado por su autora como una muestra de cariño, fue escrito durante todo un año.

En él, le cuenta a Maxi -su hijo- cómo siguieron las cosas desde su muerte y cómo hace para transitar ese dolor. Cabe recordar que la Masacre de Floresta ocurrió el 29 de diciembre de 2001, cuando un policía retirado mató a quemarropa a tres jóvenes dentro del minimercado de una estación de servicio molesto por los comentarios que hicieron mientras miraban el notici

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