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Cataluña tendrá elecciones anticipadas en enero, según el plan de intervención acordado por Rajoy y el PSOE

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El plan para abortar el proceso secesionista en Cataluña fija unas elecciones anticipadas para enero, según el acuerdo alcanzado entre el gobierno español de Mariano Rajoy y la oposición socialista en torno a las medidas que se adoptarán para intervenir en la norteña región al amparo del artículo 155 de la Constitución española. 

Así lo afirmó hoy la ex ministra socialista Carmen Calvo, quien encabeza las negociaciones del Partido Socialista (PSOE) con el Ejecutivo español respecto a Cataluña. 

 

"El secretario general del Partido Socialista, Pedro Sánchez, tiene absolutamente claro desde el minuto uno que esto tiene que llevar a Cataluña a unas elecciones", dijo Calvo en declaraciones al canal TVE, tras ratificar que enero -sin más especificaciones- es la fecha que fija el acuerdo entre su partido y el gobierno español, como adelantó la prensa.

No obstante, hasta que se aprueben las medidas de intervención en el Senado, el presidente catalán, Carles Puigdemont, todavía tienen en sus manos la posibilidad de convocar elecciones, algo que "le pedimos que haga", añadió Calvo.

De lo contrario, la dirigente socialista respaldó la aplicación del artículo 155 de la Constitución que, según subrayó, "no tiene un carácter punitivo ni supone la suspensión de la autonomía de Cataluña", sino que "tiene que ver con la reposición de la legalidad constitucional y estatutaria que rompieron los secesionistas".

"Queremos que no se toquen las leyes de Cataluña, que Cataluña se siga sintiendo cómoda en su autogobierno y lo que queremos es llevar a la sociedad catalana a un espacio de normalidad que le permita hablar en las urnas", remarcó.

Por otro lado, Calvo adelantó que las medidas, que pretenden ser mínimas, "evidentemente" podrían afectar a la policía catalana, a la televisión pública regional TV-3.

La convocatoria de elecciones anticipadas en Cataluña era el objetivo que se plantea como salida desde que se empezó a estudiar la aplicación del polémico articulo 155, que permite al gobierno central tomar medidas excepcionales para obligar a una comunidad autónoma a cumplir sus obligaciones si no lo hace o está en juego el interés general.

Antes del referéndum del 1 de octubre, que los secesionistas celebraron pese a que que había sido prohibido por el Tribunal Constitucional, el partido liberal Ciudadanos, que también apoya la intervención del gobierno de Rajoy, ya exigía actuar al amparo del artículo 155 con esa única finalidad, argumentando que era la "salida democrática" al conflicto.

No obstante, el Ejecutivo del Partido Popular (PP) evitó precipitar esta opción, debido a que este precepto constitucional nunca antes se aplicó en democracia y es visto como un ataque al autogobierno regional.

Pero la amenaza de Puigdemont de que el Parlamento declare la independencia de Cataluña de forma unilateral precipitó la intervención, cuyas medidas concretas se conocerán mañana al finalizar el Consejo de Ministros extraordinario convocado por el presidente Mariano Rajoy.

Puigdemont tiene al menos una semana más para dar marcha atrás a sus planes antes de que el Senado apruebe las medidas extraordinarias.

“Mi posición es clarísima, convocar elecciones ahora no es la mejor manera de avanzar”, dijo el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, en una entrevista en Catalunya Radio.

A pesar de que existe división dentro del gobierno catalán, donde algunos consejeros amenazan con dimitir si se produce una declaración unilateral, la convocatoria elecciones regionales anticipadas no parece ser tampoco una opción para los secesionistas, quienes en 2015 ya celebraron unos comicios "plebiscitarios" ante la imposibilidad de realizar un referéndum pactado sobre la independencia, lo que derivó en el actual plan de ruptura liderado por Puigdemont.

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