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Bill Frisell: "Con este trío me siento libre para hacer cualquier música que se me ocurra"

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El guitarrista estadounidense Bill Frisell abrirá el jueves 9 de febrero, a las 20, la serie de conciertos de verano del Centro Cultural Néstor Kirchner (CCK), junto al trío conformado por el bajista Tony Scherr y el baterista Kenny Wollesen, con el cual emprende, desde hace más de 20 años, una aventura musical en vivo basada en la improvisación, que no conoce de límites estilísticos ni repertorios preestablecidos.

"Con este trío me siento libre para hacer cualquier música que se me ocurra. No tenemos un setlist. No es un show que repetimos cada noche", explicó el músico en diálogo telefónico con Télam, pocos días antes de su tercera visita a la Argentina.

Frisell visitó el país en 2000, junto al mismo trío con el que actuará en el CCK, y volvió a presentarse en 2005, en recordados shows en donde hizo gala del eclecticismo que lo lleva a combinar el jazz con el country, el rhythm and blues, el folk y el rock, entre otros estilos.

Esa amplitud es la misma que lo impulsó a grabar en los últimos años "All we are saying" (2011), con versiones de temas de John Lennon; "Big Sur" (2013), dedicado al folk y al country; "When you wish upon a star" (2016), con canciones que formaron parte de la banda de sonido de películas de cine y series de TV; y "Silento comedy" (2013), con improvisaciones en guitarra, entre otros proyectos.

Mucho de ese material, seguramente podrá escucharse en el concierto previsto en el CCK, según él mismo anticipó a esta agencia, en una conversación en la que celebró su actual grupo, se refirió a la música de John Lennon, recordó sus inicios como clarinetista y su llegada a Nueva York, desde su Baltimore natal, previo pasado por Denver Colorado.

-Télam: ¿Cómo será el show que presentará en nuestro país?

-B.F.: Voy a estar con el trío con el que estamos juntos desde hace 20 años en muchos proyectos. Con este trío me siento libre para hacer cualquier música que se me ocurra. No tenemos un setlist. No es un show que repetimos cada noche. Tocamos mi música original, canciones de John Lennon, standards, y el repertorio cambia noche a noche. Es realmente una situación sorprendente, incluso para mí, porque tocamos cualquier cosa que se nos venga a la mente. Me siento libre para hacer lo que sea en cualquier momento y todos sabemos cómo hacerlo con solo mirarnos.

-T: ¿Cuáles son los límites en este caso?

-B.F.: ¡No hay límites para nada! (risa). Es la situación de mayor libertad que se pueda imaginar porque vamos de un lado para otro y no necesitamos hablarnos, ni ensayar luego de tantos años tocando juntos.

-T: ¿Cómo analiza el acercamiento del público argentino a su música de acuerdo a sus anteriores presentaciones en el país?

-B.F.: Recuerdo una sensación muy cálida. Pasó mucho tiempo, así que estoy excitado en volver. La primera vez que estuve allí fue con este trío así que será grandioso estar otra vez.

-T: Hace unos años grabó un disco con canciones de John Lennon, ¿qué significa su música para usted?

-B.F.: ¡Significa tanto para mí! Lo primero que aprendí a tocar en la guitarra fueron las canciones de los Beatles. Fue una cosa enorme. Yo tenía 13 años cuando los vi en la televisión, en el show de Ed Sullivan, y quise tener una guitarra, tocar como ellos. Muchos músicos aprendieron con ellos y vuelven siempre a sus canciones. Cada vez que vuelvo a ellos, aprendo algo, a pesar del paso de los años. Y los mensajes en sus letras son algo que nunca envejece. Siempre encontrás más y más en sus canciones. Seguramente, en Argentina, tocaremos algo de John Lennon.

-T: También grabó un disco con canciones de películas y series de TV. ¿Que encuentra en esas composiciones?

-B.F.: La televisión y las películas ocupan una gran parte de mi imaginación. Hay mucha música increíble compuesta para filmes, así que es algo natural para mí hacer esa música. Cuando toco esa música, hay mucho más que sólo música. Está la memoria de esos filmes, lo que pasaba cuando los veía. Hay muchas emociones que no puedo separar.

-T: Su primer instrumento fue el clarinete. ¿Que enseñanza extrajo de allí para la guitarra?

-B.F.: Toqué el clarinete mucho tiempo y de manera muy seria, como integrante de una orquesta en el colegio. Aprendí muchas cosas básicas referidas a la armonía, la melodía, la lectura, la escritura, y ese tipo de cosas. Pero una de las cosas más importantes que aprendí es a respirar mientras toco. Así como tuve que aprender a respirar de manera adecuada para tocar el clarinete, aún uso esa técnica cuando toco la guitarra. Todavía respiro de determinada manera en cada momento que lo requiere.

No tengo que pensarlo, es algo natural que me permite conectar de otra manera con la música.

-T.: ¿Cómo considera que influyen en el jazz los avances tecnológicos a la hora de grabar ?

-B.F.: No sé muy bien. No soy muy bueno con esas cosas. Lo que más amo es cuando la gente está junta en un cuarto tocando. Casi todos mis álbumes fueron grabados así, en un estudio pero tocando en vivo y cada uno escuchando al otro. Para mí, esa es la manera más poderosa de tocar y grabar.

-T.: Usted se radicó en Nueva York desde muy joven para estudiar música. ¿Qué tiene de especial esta ciudad para un músico?

-B.F.: Es un lugar increíble en donde pasan muchas cosas. Hay música en todos lados, no hace falta ir a un lugar determinado de la ciudad para aprender. Hay gente muy distinta, pensando de diferente manera y haciendo cosas diferentes. Nueva York es asombrosa. Todo pasa en un mismo lugar. Siempre hay alguna música asombrosa sonando en algún lugar.

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