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Advierten que la aceleración de la inflación tensará las paritarias

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La consultora Ecolatina estima que el aumento de los precios en los primeros meses del año sumarán presión a los reclamos salariales de los gremios durante 2018.

La aceleración inflacionaria de los primeros meses del año tensará las negociaciones paritarias de 2018. Así lo aseguró un informe de la consultora privada Ecolatina que señaló que el salario real en Argentina “aún se ubica por debajo del promedio de 2015”.

Si bien el año arrancó con una serie de acuerdos que rondaron el 15%, sin cláusula gatillo, como el caso de los tintoreros, remiseros y los empleados de obras sanitarias, luce poco factible que el Gobierno pueda sostener esta pauta con el resto de los sectores.

Para los expertos, el escenario está claro. “La aceleración de la inflación observada en los últimos dos meses sumada a las presiones alcistas de los próximos meses (febrero-abril) elevarán los reclamos de incrementos salariales", indicaron.

"La aceleración de la inflación observada en los últimos dos meses sumada a las presiones alcistas de los próximos meses (febrero-abril) elevarán los reclamos de incrementos salariales."

Las consultoras privadas estiman que en el primer cuatrimestre del año, a partir de las subas de las tarifas, el traslado de precios a las góndolas producto de la devaluación y el aumento de los combustibles, la inflación trepará hasta el 7,5%.

Este panorama hace difícil pensar que se cumpla la meta del 15% de inflación estipulada por la Casa Rosada a partir del relajamiento de la política monetaria. En este marco, Ecolatina anticipó que no será fácil dilucidar quién ganara la carrera en 2018: si los precios o los salarios.

"Esperamos que ambas variables crezcan alrededor de 20% a lo largo del año", sostuvieron los especialistas en el informe

Por eso consideraron que el inicio de las paritarias se enmarcará en un contexto signado por tres elementos: “Una brecha creciente entre la pauta oficial de inflación y las expectativas de suba de precios, la elevada tensión entre el Gobierno y una parte significativa de los sindicatos y que, a diferencia de 2017, en estas paritarias los trabajadores no necesitan recomponer el salario real perdido el año anterior.

 

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