A Temperley le dieron tres golpes en el arranque y nunca se recuperó

El Gasolero no tuvo un buen comienzo en el partido y Estudiantes, en los primeros 16 minutos, liquidó la historia.

Con festejos de Otero, Lugüercio y Fernández, el Pincha lo goleó por 3-0. Temperley entró dormido, con muchos problemas en defensa y Estudiantes no lo perdonó. En los primeros 15 minutos del partido, la visita liquidó la historia, con gran contundencia y haciendo evidente los desajustes de los centrales del Celeste, y se llevó un cómodo triunfo 3-0 del Beranger.

De entrada, el Gasolero empezó a pagar caro sus desatenciones. A los dos minutos, luego de un pelotazo de Zuqui, el colombiano Otero recibió el balón en la mitad de la cancha, le ganó la posición a Riveros y encaró a Aguirre, a quien superó con un lindo caño, y luego, cuando le salió Ayala, definió al gol por encima del cuerpo del arquero.

Un minuto más tarde, de otro pelotazo, la visita logró el segundo. Esta vez, Otero le ganó en lo alto a Riveros y se la bajó a Lugüercio, quien superó a Aguirre en velocidad y definió a la red para poner el 2-0. Con esto, el Pincha liquidó la historia. En sólo dos ataques marcó una diferencia difícil de remontar y se encaminó a la victoria.

Y el golpe letal llegó a los 16, con un gol de Gastón Fernández, que definió cruzado y clavó el 3-0 para sepultar las ilusiones del Gasolero. Estudiantes, en el estreno de Lucas Bernadi y con varios problemas a cuesta, cambió su realidad en apenas 15 minutos ante un Temperley que entró dormido, con varios problemas en defensa y pocas ideas para la generación de juego.

Con el 3-0, el Pincha manejó los hilos y el Celeste nunca pudo entrar en partido. Siempre estuvo lejos de soñar con una remontada y los cambios que realizó en el complemento no cambiaron la tónica. En el complemento, el Gasolero tuvo un cabezazo de Costa que Desábato sacó en la línea, un remate de Figueroa en el palo y un cabezazo de Sánchez Sotelo.

Y eso fue muy poco para soñar con la remontada ante un rival que en 15 minutos hizo su esfuerzo y luego manejó tranquilo la diferen